Feníe Energía alerta que las reformas del Gobierno en materia energética no favorecen a todos los clientes, sino a unos pocos privilegiados

Paula Román
  • Los generadores dominantes reservan su energía inframarginal para sus propias comercializadoras, en lugar de venderla en el mercado.
  • Esta situación aboca al resto de comercializadoras independientes a pagar la energía más cara en origen.
  • La regulación actual fomenta este tipo de actuaciones ya que si las grandes eléctricas –verticalmente integradas con generación y comercialización de electricidad– justifican que tienen contratos cerrados con clientes evitan pagar los beneficios caídos del cielo.

 

Las reformas realizadas por el Gobierno para bajar el precio de la energía han reforzado el poder de las empresas dominantes y están contribuyendo, de manera severa, a destruir y dinamitar la competencia. Así de contundente se expresó Paula Román, directora general de Feníe Energía, durante el VII Foro Energía: Repower EU, hacia la independencia energética, organizado recientemente por el diario elEconomista.

Román explicó, durante su intervención, cómo está afectando la actual situación de precios a la merma de la competencia en este sector, duramente castigado por la crisis energética. Una situación que “amenaza con la pura y simple desaparición de la competencia”, expresa, tras subrayar que los beneficios extraordinarios de la nuclear, eólica e hidráulica se han destinado a captación de nuevos clientes por parte de las empresas dominantes y no de todos los consumidores de España como pretendía inicialmente la regulación.

Esta práctica anticompetitiva se ha visto reforzada en los últimos meses por la ausencia de medidas correctoras por parte del Ejecutivo. “Un año después, el Gobierno sigue sin cumplir su propio Real Decreto 17/2021 y no ha puesto en marcha la subasta de energía inframarginal”, señala Román.

“La supervivencia de las empresas comercializadoras es esencial para el cliente en particular y para la sociedad en general, porque una comercializadora no solo transfiere precios al cliente, sino que los acompaña en el proceso de transición energética”, añade Román, que recalca que “es importante mantener este papel de las empresas comercializadoras, lo contrario sería un retroceso que no debemos permitirnos”.

Por último, Román hizo un llamamiento para que la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se reúna con las comercializadoras independientes para que podamos también aportar en estos momentos tan delicados. Es momento de hablar, poner encima de la mesa distintos puntos de vista y aportaciones para lograr el mejor resultado posible.