Javier Bescós, Director de Regulación e Innovación de Feníe Energía, explica en Alto Voltaje cómo ha afectado al mercado eléctrico la tarifa de la luz por tramos

Javier Bescós
  • Se cumple el primer año de la nueva tarifa, con más efectos adversos que positivos para las comercializadoras independientes y los clientes finales.
  • Con una regulación inclusiva para todos los agentes del mercado, y con una próxima vuelta a la normalidad de los precios, mejoraría la situación notablemente.

Con motivo del primer aniversario de la entrada de la tarifa de la luz por tramos horarios, el programa de televisión Alto Voltaje, de Negocios TV, ha dedicado un programa especial para analizar todo lo que ha sucedido en los últimos 12 meses. Entre los principales temas a tratar estuvieron la crisis de precios, su impacto en las comercializadoras independientes, los hábitos de consumo en los hogares, la excepción ibérica o la reforma regulada de la luz.

Para profundizar en todos estos temas, el programa dirigido por el periodista José María Camarero entrevistó al director de Regulación e Innovación de Feníe Energía, Javier Bescós, quien pudo expresar la postura y la visión de la compañía en torno a la situación del mercado energético.

Bescós, sobre cómo se ha comportado el mercado eléctrico el último año, destacó que “la nueva tarifa nos gustaba mucho cuando entró en vigor, ya que nos permitía asesorar a nuestros clientes para bajar su factura”. Sin embargo, se han sucedido varias circunstancias externas que no han permitido que lograr el efecto deseado. Como afirmó el propio Bescós, la primera tuvo que ver con las distribuidoras, “ya que algunas de ellas no consiguieron leer el contador correctamente y produjo retrasos en las facturas”. También se empezaron a ofrecer precios fijos, “lo que generó que diera igual las horas a las que consumir electricidad”, y, por último, la crisis “por la que se dispararon los precios de la luz y que impidieron que bajaran las facturas. De hecho, se multiplicaron”. Ante esta situación, Bescós se mostró seguro de que “tarde o temprano volverá la normalidad y estamos deseando que así sea para asesorar a nuestros clientes de la mejor manera posible”.

En referencia a los hábitos de consumo, “sí que se notó que con la entrada de la medida la gente se adaptó a los horarios más baratos, gracias sobre todo a la difusión que se le dio desde los propios medios. Sin embargo, debido a esos factores externos, el cambio perdió fuerza y ahora prácticamente se consume igual a cualquier hora”, destacó Bescós.

Toda esta situación a generado consecuencias para las comercializadoras independientes, quienes tienen aproximadamente entre un 15 y un 20% de la cuota de mercado frente a las grandes comercializadoras. Preguntado por esta cuestión, Bescós afirmó que “el oligopolio se ha visto reforzado. Las 3 o 4 grandes compañías grandes están ganando cuota de mercado a costa de las comercializadoras independientes. Esto tiene una consecuencia negativa a medio y largo plazo, ya que lo que hacemos las pequeñas es darle al cliente más opciones para elegir, pero si no podemos competir las grandes se quedarán con toda la cuota de mercado.

Esto tiene dos motivos, “por un lado el precio de la energía, pero también es consecuencia de la norma que salió en septiembre de 2021 por la que las generadoras de energía se estaban beneficiando de la subida del precio del gas, que afectó a la electricidad. La medida pretendía que o bien devolvieran los beneficios caídos del cielo, o que ofrecieran un precio fijo asequible a sus propios grupos. El problema es que como las grandes comercializadoras son también las grandes dominantes del mercado de generación, por lo que optaron por ofrecer esos precios fijos pero solo a sus clientes, mientras que las pequeñas empresas siguen comprando la energía en el mercado mayorista a un precio muy superior, lo que hace imposible poder competir en precios”, comentó Bescós, quién además afirmó que “la solución pasa porque todas las compañías puedan acceder a esos precios en una subasta en el mercado libre”.

En torno a la excepción ibérica, en un principio “en Feníe Energía la valoramos como muy positiva, ya que daría un año de estabilidad al mercado. Sin embargo, sí que nos preocupa que pueda tener también algún efecto secundario que refuerce todavía más la posición de las grandes, es decir, puede pasar que el tope del gas no sea pagado por todos, ya que quién compre energía a largo plazo, según varios factores, puede verse beneficiado y exento de pagarlo”.

Finalmente, sobre el mercado regulado, Bescós concluyó que “ofrecer solo una tarifa a más de 10 millones de clientes no tiene sentido. Cada uno tiene sus circunstancias, y habrá clientes que busque precios fijos y quien la prefiera variable, aunque reciba sustos de vez en cuando. Por lo tanto, la reforma del mercado regulado debería ir enfocada a ofrecer una mayor variedad de tarifas y debe ser progresiva, no todo de golpe”.

Si deseas ver la entrevista y el programa completo, puedes hacerlo a continuación: